Esta seta es una de las más apreciadas por su sabor y textura en el mundo de la cocina. Válido para múltiples preparaciones, asado, en ensalada, paté, al ajillo, etc... Suele emplearse tanto cocinada como en conservas (en vinagre o en aceite) también fresca en otoño en el centro y sur de Europa, así como de forma seca por todo el mundo.
La carne de este hongo es muy blanca y compacta, tanto en el sombrero como el tallo, aunque los ejemplares más viejos suelen mostrar una carne más blanda. Estamos ante una especie adaptada a una multitud de habitats. Se puede encontrar muy frecuentemente en bosques de pinares, robledales, hayedos, abetales e incluso en jarales. Aparece desde finales de verano hasta bien entrado el otoño. Prefiere suelos ácidos suele crecer en grupo de varios ejemplares más o menos dispersos.
Es considerado un porducto EXCELENTE por muchos aficcionados, cocineros y gastrónomos, la mejor de las setas. Su textura, consistencia y sabor hacen que los "edulis" sean codiciados tanto por los buscadores como por los gourments. Tiene un sabor dulce muy peculiar, así como el de las avellanas. Si se incluye regularmente una pequeña cantidad de setas en nuestros menús, la dieta mejorará gracias al aporte de fibra, antioxidantes y propiedades que ayudan a prevenir el cáncer o el colesterol.
Para valorar sus propiedades nutricionales son considerados como hortalizas, por lo que en fresco su porcentaje de agua es muy elevado, entorno al 90% del peso. El resto de su composición son proteínas e hedratos de carbono. Con muy baja presencia de grasa, menos del 1%, por lo que su valor calórico es muy bajo, ideal para su inclusión en dietas. Rico en potasio y fósforo, minerales que cumplen una función básica en la regulación del metabolismo. Bajo contenido en sodio. Pero presencia de vitaminas B y C, grandes alidadas en el refuerzo de las defensas.